lunes, 28 de marzo de 2011

El tapado

No siempre uno se da cuenta de lo que tiene, y por lo tanto no lo valora. La Selección Argentina tiene al mejor jugador del mundo actual, quien será el mejor del 2000 hasta, seguramente, 2020 y que difícilmente no sea el mejor del siglo XXI, y de a poco se empieza a quererlo como se merece. Pero Argentina no es sólo Messi.

En el orden de “mejores”, también tenemos a otro. Quizás no el mejor en realidad, pero sí el más importante de un gigante mundial. El Inter puede que sea menos que el Barcelona, pero es el segundo, como mucho tercero, mejor equipo de los últimos 10 años, con dominio absoluto de Italia y presencia continental fuerte. Dentro de ese cuadrazo, el más infaltable es Esteban Cambiasso.

Una vez Arrigo Sacchi, DT del exitosísimo Milan de los 90, dijo: “¿El mejor? Sin dudas Marco Van Basten, ahora, el más importante no, es Franco Baresi”. Argentina, desde la asunción de Batista, tiene en su plantel estable al termómetro del multicampeón Inter. Un jugador adaptable al toque que pregona el Checho, pero también clave para el 50% juego y 50% catenaccio que usaba José Mourinho. El Cuchu no desequilibra como Messi, no quita como Mascherano y no corre como Zanetti, pero hace de todo un poco. Se mete entre los centrales para defender, presiona a la zaga rival, toca por toda la cancha y aparece en el área de enfrente para concretar cuando tiene que hacerlo, como en New Jersey.

A Bielsa sólo le gustaba un poco, a Pekerman le encantaba, Basile lo puso siempre y Maradona nunca lo quiso. No es un jugador que rompa los moldes y “tenga” que estar sí o sí, no será jamás el “mal necesario” de ningún DT, sin embargo, con él en campo, Argentina tiene quien auxilie a Masche, quien rebotee, quien releve, quien llegue de atrás y quien pivotee para los delanteros desde el medio.

Hay que empezar a valorarlo más, porque es una pieza clave. No luce como Van Basten, pero si no hay uno así se nota, como pasaba con Baresi.
Matías Fabrizio

domingo, 27 de marzo de 2011

Por el buen camino, pero lejos del destino


Messi + 10. Sí, de acuerdo. Pero siempre y cuando esa suma dé como resultado un equipo de once y no a diez que acompañen a otro.

En el duelo frente a Estados Unidos quedaron algunas cosas en evidencia. La primera es que se cumplió a rajatabla con lo que pide Sergio Batista. Durante el primer tiempo sobre todo, la tenencia de la pelota fue sorprendente, a uno y dos toques, por toda la cancha, entre todos los jugadores, e incluso a buen ritmo. Después se discutirá si gusta o no, pero si el DT quiere algo y se cumple, quizá por primera vez de forma tan notoria en su ciclo, ya eso es positivo.

La segunda cuestión a destacar tras este amistoso es que hay varios que se adaptaron a jugar juntos. Los tres mediocampistas más Di María y Lavezzi, todos tocan junto al 10 del Barsa de la misma forma, nadie es menos que nadie y la pelota va y viene con gracia. Quizás una mayor cantidad de cambios de ritmo generaría mayor explosión con los laterales, pero por el momento está bien.

Tercero, y lo que le da inicio a esta nota, inconscientemente se dependió de Lio Messi. ¿Cómo, si tocaron entre todos y varios tuvieron situaciones de gol? Simple. Lavezzi se tira atrás, Di María se vuelca mucho a los costados. Messi queda adelante para definir la jugada. El 10 se retrasa a tocar y a encarar, y luego llega para definir la jugada. Cambiasso aparece por sorpresa como centrodelantero, toca de primera con quienes atacan por los costados y la pelota le viene al medio a Lionel, con espacios. Sí, para definir la jugada.

Messi en el Barcelona tiene más de 150 goles en menos de 400 partidos. No los hizo sólo porque es crack (también lo es en Argentina), ni tampoco sólo por Iniesta y Xavi (humildemente, Cambiasso y Banega, más Masche, no son mucho menos). Tener a jugadores como David Villa, actualmente, y antes a Zlatan Ibrahimovic y Samuel Eto’o, le otorgan al 10 variantes clave para quien ataca el área de frente desde atrás: un hombre para pivotear y devolver de primera, alguien que se lleve dos marcas, un compañero que estire al equipo. Ni él ni el Pocho Lavezzi ni Angelito Di María tiene ese estilo.

A esta Selección le falta un 9. Pero no un tanque de área, sino un jugador como Higuaín o Tevez. Obviamente, el Pipita no está por su lesión, y falta también Carlos por una dolencia en la ingle y por esos rumores que nadie termina de esclarecer, que lo dan adentro como siempre y a la vez afuera como nunca.

Para suplir estas ausencias y potenciar a Messi, el Checho podría haber contado con Lisandro López, Sergio Agüero, incluso Diego Milito. En esta lista no hay ningún delantero nato, sólo quienes pueden jugar adelantados. Y no hay que olvidar que el Barsa y España juegan con, al menos, un punta definido.
Matías Fabrizio

jueves, 3 de marzo de 2011

Nuevo blog


Desde anoche está habilitado el nuevo sitio web de Deportivo 830, el cual será una especie de nexo entre nuestro equipo periodístico y uds, entre cada emisión.

Este blog era el de Es lo que Hay!, que Nico Natrone tenía con notas de música y deportes, principalmente. Aprovechando el gran caudal de lectores diarios de todo el mundo, decidimos aprovecharlo cambiándole el nombre y la dirección.

Como dije antes, entre el programa del lunes (19 a 21hs) y el del viernes (19 a 20), vas a poder enterarte de algunas novedades y, sobre todo, ver las opiniones y análisis de todo el staff.

En fin, nos escuchamos el viernes por FM Boedo 88.3.

Matías Fabrizio