martes, 28 de febrero de 2012

Los responsables

En el fútbol argentino se juega mal, en líneas generales. La mayoría no da dos pases seguidos, ni llega al gol con facilidad. Hay varios atenuantes al respecto. Puede ser que por un lado el excesivo trabajo táctico y defensivo vaya en desmedro del juego de ataque, pero es un detalle mínimo.

¿Por qué un detalle mínimo? Simplemente porque no es la causa inicial. Por más que enfrente tenga un rival ampliamente superior, un equipo no deja de necesitar ganar, entonces tiene que buscarle la vuelta al partido. ¿Van a ser tan inocentes de salir a tocar la pelota dejando espacios por todos lados? No seamos nosotros inocentes. Es perfectamente entendible y lógico que el más débil se defienda ante el más poderoso. Por ende, no es este el problema.

¿Quién es el responsable de ser protagonista en el ejemplo anterior? Los grandes, los importantes, los habilidosos, los de renombre. ¿Por qué la constante, y vergonzosa, crítica hacia los jugadores limitados y los técnicos que hacen lo que pueden con lo que tienen? ¿Por qué no mejor criticamos a los que tienen sobradas condiciones y no pueden resolver ni generar jugadas que permitan disfrutar? Acá aún hay una constante batalla, a pesar de estar 22 años atrasada, entre menottismo y bilardismo. Los primeros critican a todos los "herejes" que ponen algún defensor demás, los segundos van tras el resultado. Basta, muchachos, hablemos de fútbol.

Retomando, los culpables del mal momento, por ende, son aquellos, teóricamente "cracks" que no juegan como podrían. Convengamos que si un jugador limitado, un "burro" antifútbol, como se acusa a más de uno, se las ingenia para quitarle la pelota a otro, este no debe ser muy bueno. Entonces, en lugar de exigir a los defensores que dejen espacios, lo justo y correcto es exigir a los delanteros que se los generen por sí mismos y conviertan los goles.

Es para tener en cuenta que en Argentina hay impaciencia y presiones por demás, eso lleva a que muchos entrenadores superpoblen su campo de jugadores para raspar puntos y perder lo menos posible. También es, por lo visto, pobre el trabajo en inferiores y son cada vez menos los habilidosos que aparecen en Primera. Esto hace que los verdaderos buenos jugadores sean pocos y además no se los aproveche bien.

De todas formas, nada exime de responsabilidad a los (futuros o actuales) destacados. Riquelme, Verón, Gastón Fernández, el "Mago" Ramírez, Insúa, Giovanni Moreno. Si las cosas salen mal, hay que criticar a ellos y no a Desábato, Schiavi, Insaurralde, Cahais, Ortiz, etc., cuando simplemente hacen correctamente su trabajo defensivo.

Critiquemos con conciencia, no con bronca.

Matías Fabrizio