
Jackson, sin dudas, está entre los más grandes de la historia de la liga, y bien ganado tuvo su ingreso en el 2007 al Salón de la Fama. Desde 1989 y hasta el domingo, dirigió a Chicago Bulls y a los Lakers, equipos con los que obtuvo 11 campeonatos, además de otros dos como alero de New York Knicks (69/70 y 72/73). La forma en que los consiguió (tres tri-campeonatos y dos bi-campeonatos), dan muestra de su habilidad para armar planteles ganadores, las famosas "dinastías" de la NBA.

En su primera experiencia, en los Bulls, tuvo la suerte de contar con Michael Jordan y Scottie Pippen, y ganar los anillos de las temporadas 90/91, 91/92 y 92/93. Tras dos torneos ganados por los Houston Rockets del nigeriano Hakeem Olajuwon, el gran Phil, MJ y sus Bulls lograron llegar a los más alto en 95/96, 96/97 y 97/98.

Pippen, Jordan y Jackson dejaron la franquicia tras ganar esas seis ligas, sin embargo, después del primer anillo de la historia para San Antonio Spurs de Gregg Popovich, Tim Duncan y Davis Robinson, el exitoso entrenador recaló en los Lakers. La franquicia angelina estrenaba en esa temporada el Staples Center y contaba en su roster con el inmenso Shaquille O'Neall y la futura estrella Kobe Bryant. Así llegaron las conquistas del 99/2000, 00/01 y 01/02. Luego de la aparición de Manu Ginóbili en los Spurs y un año sabático, ya sin Shaq pero con Kobe como líder, Phil volvió y se quedó con el título en 08/09 y 09/10.
Otro dato para resaltar es que sacando, al histórico Red Auerbach, head coach que logró 9 anillos entre 1957 y 1966 con los Boston Celtics, ni siquiera sumando a dos entrenadores campeones se pueden alcanzar los 11 de Jackson.
0-4 y papelón
La despedida de Phil Jackson fue todo lo contrario a lo que fue su carrera, ya que su equipo se topó con unos sorprendentes Dallas Mavericks, liderados por el brillante Dirk Nowitzki, acompañado a la perfección por Jason Kidd y Jason Terry. Nunca Jackson había sido barrido en playoffs, sin embargo la gran actuación de sus rivales y un flojo desempeño propio cerraron la excelente carrera del entrenador. Una prueba de esto es que en el cuarto juego de la serie, Lamar Odom y Andrew Bynum fueron expulsados por indisciplina.
Matías Fabrizio
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