jueves, 25 de febrero de 2016

Etapa de control

Una victoria trae otra victoria, decía Carlos Bianchi, y también calma. Después de unas semanas convulsionadas por malos rendimientos y por las crisis de los medios, Boca levantó marcadamente su nivel y, entre Copa y campeonato, sumó siete puntos de los últimos nueve.

Foto: www.argnoticias.com

El Xeneize se acomodó.  Aparecieron individualidades, ráfagas colectivas y, sobre todo, el temple que hacía falta. El Boca que arrancó el año no solo erraba pases y goles, también se arrastraba en la cancha. Parece ser que ya no. En San Juan y en La Bombonera, ante San Martín y ante Newell’s, el equipo fue claro ganador. En el segundo partido goleó, en el primero debería haberlo hecho porque generó. Y luego viajó a Cali, a jugar ante Deportivo, en un campo de juego complicado y contra un equipo local que del primer minuto pegó y pegó. Nada que no haya pasado en otros partidos de Copa, claro, pero estos colombianos hicieron foules incluso poniendo en riesgo el arco propio. Ay si Boca fuera peligroso de pelota parada…

El equipo se plantó bien en Colombia. Aunque Orión y los palos salvaron alguna, fueron más las que tuvo Boca. Tevez erró una increíble después de un lujo de Pérez y un gran enganche propio, el 8 tuvo algunas en las que tardó en definir, más algún remate de afuera. Cubas, Molina y Bentancur, los más chicos, cumplieron en una parada brava y Gago jugó su mejor partido en, por lo menos, año y medio. El 5 pidió la pelota, administró los tiempos y dio una mano importante en la recuperación de la pelota, llegando al área propia y a los costados para quitar. De yapa, tres caños para el deleite. El Príncipe Fernando como en su mejor época.

Faltó algo de compañía para el trío de ataque. Por una paralítica brutal Lodeiro salió tempranísimo y uno de esos tres fue Pérez, que no es enganche y, para peor, jugó más en la función que se le ve a Osvaldo cuando no hay un armador: pivotear de espaldas, salir al costado, aguantar para que Tevez llegue de frente. El Tucu Palacios sufre horrores la falta del distribuidor y Chávez entró con su peor versión, la de chocar, querer correr para adelante, y la imprecisión. ¿No estaba para jugar los últimos 10’ el Pachi Carrizo? Con todo eso, Boca tuvo chances, pero se notó la ausencia de más gente en ataque.

En épocas modernas, el Boca de Bianchi (el “Coco” Basile no jugó Libertadores) no se desesperaba por estos partidos de fase de grupos. No había un desgaste extremo para llevarse tres puntos en vez de uno, ya que aún quedan 15 en juego y el Deportivo Cali debe venir a La Bombonera, donde el contexto será otro. Bolívar exhibió un nivel bajísimo en el Cilindro ante Racing, así que la historia será  ganar la revancha con los colombianos y medirse con la Academia para definir. Lo cierto, como ayer decía un colega en redes sociales, es que mejor arrancar así, con partidos bien de Copa, y no con más de un “Bolívar” en el grupo. Ahora se viene una seguidilla brava: dos veces Racing, el Monumental y La Paz. Por suerte jugadores y cuerpo técnico recuperaron el control.


La sección “Para el hincha” es eso. Una sección para el hincha de Boca. De parte de otro hincha. Uno que, simplemente, escribe en una página y habla en una radio, en lugar de manejar un taxi, conducir una fábrica o ser empleado estatal. Es un lugar para volcar sensaciones, opiniones, broncas y alegrías, y reflejar la identidad del club, con pasión y chicanas, pero con autocrítica y respeto. Y sin Angelicis.

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