jueves, 17 de septiembre de 2009

Ay, Boca...


Qué mal juega Boca. Y qué bien Vélez. El equipo de Basile fue una catarata de errores y el de Gareca, en cambio, tuvo la misma solidez, practicidad y buen juego que le valió el campeonato anterior.

En Boca Abbondanzieri atajó como antes, como cuando era el mejor y se ganó el arco de la Selección. La defensa, en cambio, fue tan pero tan mala como pocas veces. Pareció que Cáceres y Paletta no jugaron juntos nunca. El lungo ex Banfield erró despejes, dio pases malos, etc. El paraguayo juego con una pasividad excesiva y regaló varias pelotas, ¿quiere seguir en Boca?. Gastón Sauro difícilmente juegue en peor nivel, así que, Coco, una chance para el juvenil. A un costado, Morel hace rato ya que lo único que hace es pegar y tratar de superar a su rival por fuerza y no por técnica o velocidad. Por el otro lado, Ibarra no está en su mejor nivel. ¿Qué falta para que Monzón, Krupoviesa y Gunino tengan, al menos, una chance?

Battaglia sigue siendo, junto a Palermo, el jugador más importante de Boca, y Gary Medel todavía necesita algún tiempo para adaptarse a jugar a la derecha de Seba, sin embargo tiene crédito abierto por su sacrificio y su juventud. Y Rosada es una buena variante, por cualquiera de los dos. Quizás el mejor mediocampo que se pueda armar hoy sea con este último de volante central y Battaglia corrido un poco de 8, donde ya fue indiscutido en la primera etapa de Basile, aquella vez junto a Gago. Dejando atrás la parte defensiva, está el punto de inflexión de Boca: Juan Román Riquelme. ¿Por qué juega si no esta al 100%? Después del 2007, el enganche nunca más estuvo en plenitud, ¿no es evidente que necesita una pretemporada a pleno para volver a su nivel?. Cuesta creer que el DT vaya a sacarlo o a dejarlo en el banco. Chávez merece tener más minutos en juego. Más que Gaitán, más que cualquier cambio de esquema. Insúa, en cambio, juega, corre, llega al fondo y cumple defensivamente en su nuevo rol de "casi-carrilero".

Claramente ni Mouche ni Noir, mucho menos Noir, son ni una décima parte de lo que fueron Guillermo Barros Schelotto o Palacio. Al "Pájaro" le falta, salvo velocidad, todo lo demás que necesita un wing. No pesa en el mano a mano, no termina nunca de desbordar y tirar el centro, y pocas veces se junta a tocar por el medio. El zurdo, en cambio, sí tiene la potencia y la explosión para hacer eso, sin embargo su temperamento no lo deja resolver con claridad en los momentos decisivos.

Basile debería darse cuenta lo antes posible que para mantener a los "once de memoria", primero hay que encontrarlos. Con trabajo, entrenamientos, partidos. Ciertamente los mejores once nombres de Boca son los que vienen jugando, sin embargo con los nombres no se juega, y hoy por hoy son pocos los que tienen buen nivel y merecen seguir siendo titulares.

Matías Fabrizio

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