viernes, 2 de septiembre de 2011

El quinto elemento


La Selección Argentina de básquet, que está dando cátedra en el Preolímpico de Mar del Plata ante rivales que no son de su talla, tiene dentro de su plantel genial a cuatro jugadores "especiales".

¿Por qué especiales? Porque juegan en la NBA. La diferencia de estilos, de jerarquía e incluso de reglamento entre el básquet yankee y el del resto del mundo, hace que un seleccionado que cuenta con alguien que se desempeñe en Estados Unidos sea distinto. No es que Manu Ginóbili, Luis Scola, Carlos Delfino y Andrés Nocioni sean puntales de nuestra Generación Dorada por estar en la NBA, sino que es al revés. Porque tenemos un nivel nacional cada día mejor desde hace 10 ó 12 años, estos cuatro jugadores pudieron dar saltos a Europa y a la Selección, hasta que llegaron al mejor básquet del mundo, donde son figuras y campeones.

Vale mencionar también a Fabricio Oberto, campeón en el 2007 jugando para San Antonio Spurs, y hasta siendo titular junto a Tim Duncan. Luego Fabri estuvo en otros equipos, hasta que hace 10 meses dejó la actividad por aquel problema cardíaco cuando integraba el roster de Portland Trail Blazers. También a Juan Ignacio Sánchez y al colorado Rubén Wolkowyski, el primer argentino en jugar allá, que tuvieron un paso fugaz.

Hoy en día, Argentina tiene a los Cuatro Fantásticos, más Pepe Sánchez y Oberto, bien. Sin embargo hay un quinto jugador con nivel NBA. No es fuerte como el Chapu, goleador como el Luifa, talentoso como el Cabezón o "todo" como Manu. No obstante, Pablo Prigioni tiene la capacidad mental, estratégica y táctica de comandar a este equipo y llevar el tiempo, y decidir entre quiénes y en qué momento repartir el ataque. Es una parte indispensable del equipo, sin él no sería igual, y gracias a su juego, las figuras se dedican a defender y atacar, ya que el que organiza es Prigioni.

El ex jugador de Belgrano y Obras lleva más de 10 años brillando en España, los últimos en equipos de primer nivel europeo como TAU Cerámica (hoy Saski Baskonia) o Real Madrid. Se sumó a la Generación Dorada tarde, tras el retiro del retornado Sánchez, en el 2006. De a poco se adaptó al equipo, y hoy es un referente más, al menos dentro de la cancha. Es, hoy en día, un NBA más.

Matías Fabrizio

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