jueves, 8 de septiembre de 2011

Por eso es hoy



Hoy es el Día Internacional del Periodista, en homenaje a Julius Fucik, periodista checoslovaco asesinado el 8 de septiembre de 1943 por los nazis.


Fucik, miembro del Comité Central del Partido Comunista de su país, fue detenido en abril de 1942 por la Gestapo, y hasta su ejecución, sus captores lo torturaron para que delate a sus compañeros y entregue información, lo cual nunca hizo. Aún detenido, siguió con su actividad anti fascista e incluso escribió Reportaje al Pie de la Horca, donde detalla sus días en la cárcel nazi y las atrocidades de las que fue víctima.

Ningún ejemplo más pleno de periodismo ha existido, del periodismo en su más pura esencia. Buscar siempre la verdad, siempre dudar, siempre querer saber más, nunca conformarse. Sobre todo, siempre informar. Luchar por sus ideas, respetando las de los demás. Denunciar la corrupción, criticar a quien lo merezca y mantenerse firme, pues el periodista, el de verdad, trabaja por y para el pueblo.

He oído alguna vez que un periodista no debe tener ideología política. Mentira. Lo que no debe hacer es ir detrás del dinero, la fama o los intereses privados. No puede nunca jamás jugar para los grandes grupos económicos, ya que estos siempre atentan contra el pueblo. Eso está mal, eso es indigno e irresponsable. Porque tenemos una responsabilidad social, inmensa, siendo el nexo entre la población y la verdad, muchas veces distorsionada por falsos periodistas.

Hoy en día en Argentina, y en Lationamérica en general, somos testigos de uno de los mejores ejemplos de falsos periodistas: el Grupo Clarín. Una cuestión ajena a ideologías, puesto que Clarín miente, sea uno K, anti K, socialista o anarquista. No importa a quien, mentir es mentir, en cada una de sus variantes: omisión, distorsión, confusión, manipulación, etc.

"El fiel resiste, el traidor traiciona, el burgués desespera, el héroe combate".

Se debe ser fuerte y valiente, ya que mostrarse en contra de los grupos y medios de (des)información masiva pueden costar desempleo, sub empleo, salarios bajos, malas condiciones laborales, y demás. Además de rechazar sobornos, extorsiones y halagos exagerados. Por suerte, quienes elegimos esta profesión tenemos el ejemplo de Fucik, quien mantuvo sus convicciones de amor, verdad, justicia y respeto, enfrentando ni más ni menos que la muerte, que al final llegó.

Por eso es hoy el Día del Periodista, porque a pesar de morir, Fucik ganó esa lucha contra el nazismo, el imperialismo y la tortura. Nunca entregó a ningún compañero. No se dejó convencer ni amedrentar. De eso se trata el periodismo de verdad, de intentar ser como Julius Fucik.


Matías Fabrizio

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